... Echo de menos esos momentos que antes me podia dedicar a mi misma. Tiempos pérdidos después de la maternidad, y que aunque se llenan con una mirada de mi pequeño o una sonrisa de mi princesa, no dejan por más, que desearlos aún más anhelo.
Siempre tuve muy claro que quería ser madre, y que lo haría joven... así que por ahora lo llevo a rajatabla pero hay momentos en los que me resulta duro.
Siento que estoy algo sola ante la lucha de la educación de dos pequeñas personitas que hoy por hoy, me necesitan "para casi todo", y es la mayor responsabilidad que una mujer puede llegar a tener en toda su vida.
Creo que no lo estoy haciendo del todo mal, pero aún así, hay momentos en los que no sé como hacer las cosas. Mi vida, bueno mi infancia, no ha sido fácil y mucho menos normal. He crecido en un orfanato, ahora prefieren llamarlo centro de acogida para menores. Y de ahí mi gran pasión por crear una familia. Lo cual no está mal, pero también tiene la parte mala de estar sola ante la vida y sin un modelo de referencia, sea bueno o malo; y sobre todo sin nadie a quien acudir ante una duda...
Tal vez por eso, me tome la libertad de decir que no lo estoy haciendo del todo mal... pues mis niños son dos soles que hacen girar el mundo para mi día a día.
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